El telégrafo es un dispositivo que utiliza
señales eléctricas para la transmisión de mensajes de texto codificados,
mediante líneas alámbricas o radiales. Se cuenta que la idea del telégrafo se
le ocurrió al pintor estadounidense Samuel Morse, un día de 1836, que venía de
regreso a su país desde el continente europeo al escuchar casualmente una
conversación entre pasajeros del barco sobre electromagnetismo. Morse comenzó a
pensar sobre el tema y se obsesionó con este, que vivió y comió durante meses
en su estudio de pintura, tal como anotó en su diario personal.
A partir de artículos de su estudio como un
caballete, un lápiz, piezas de un reloj viejo y un péndulo, Morse fabricó un
aparato entonces bastante voluminoso. El funcionamiento básico era simple: si
no había flujo de electricidad, el lápiz dibujaba una línea recta. Cuando había
ese flujo, el péndulo oscilaba y en la línea se dibujaba un zigzag. Paulatinamente,
Morse introdujo varias mejoras al diseño inicial hasta que finalmente, junto
con su colega el maquinista e inventor estadounidense Alfred Vail, creó el
código que lleva su nombre. Surgió así otro código que puede considerarse
binario, pues de la idea inicial se pasó a considerar un carácter formado por
tres elementos: punto, raya y espacio
No hay comentarios:
Publicar un comentario